Despues de más de 90 días, patronal y sindicatos han alcanzado un acuerdo sobre los próximos pasos y recomendaciones en adelante. Se ha pactado una subida salarial del 10% en tres años. En concreto, se recomienda que en el año 2023 esta subida sea del 4%, mientras que en el año 2024 y en el 2025 sea del 3%, respectivamente. Estos acuerdos son muy variados y afectan a diferentes partes del mercado laboral. En este artículo se detallan algunas de las las claves del acuerdo entre sindicatos y patronal, más allá de los salarios.
La jubilación, un asunto pendiente
Uno de los elementos sobre los que se ha debatido es sobre la jubilación parcial y el contrato de relevo. Según los agentes sociales, ambos siguen siendo “un instrumento adecuado para el mantenimiento del empleo y el rejuvenecimiento de las plantillas”. En ese sentido, además, se establecen recomendaciones y de jubilación gradual que reduzcan la complejidad de esta transición. Sobre los planes de pensiones, se recomienda aquellos que sean complementarios a la pensión pública.
Sobre la jubilación se hace un requerimiento al ejecutivo para que ponga cartas en el asunto y formule una propuesta para la jubilación parcial antes de que finalice el mes de junio (algo que se recogía en el documento de la reforma de las pensiones).
La gestión de las bajas
Uno de los objetivos que se marcan es el impulso de convenios entre las organizaciones y empresas con mutuas para poder “reducir listas de espera” del sistema público salud. De hecho, se llevará a cabo de manera coordinada con sus profesionales. Uno de los elementos claves que se introducen también en el acuerdo es el de los riesgos psicosociales, derivados, entre otros, por las nuevas tecnologías. En ese sentido, en el Acuerdo para el Empleo y la Negocicación Colectiva (AENC) se contempla el impulso de medidas de prevención del estrés laboral. Además, desde ETIF se ofrece formación e información sobre algunas técnicas para prevenir este riesgo como el Mindfulness.
Sobre las bajas se pone la mirada en los “indicadores de incapacidad temporal derivada de contigencias comunes”. Los agentes muestran su preocupación e instan a seguir estudiando como tomar medidas para evitar todos los procesos vigentes y la duración de estos.
Sobre los contratos
Preocupan también la tiplogía de los contratos. Por eso se decide ampliar a un año el contrato por circunstancias de la producción (6 meses más que ahora). Además, se recomienda establecer una duración a los contratos de sustitución para la cobertura temporal de vacantes (máximo de 3 meses establecidos por reforma laboral). Sobre los contratos fijos discontinuos, se busca crear una “bolsa sectorial de empleo” y que, además, se concrete “un periodo mínimo de llamamiento anual y cuantía por fin de llamamiento”, según explica Eldiario.es. Además, ambos actores aceptan fomentar el contrato indefinido ordinario a tiempo parcial, teniendo en cuenta “la flexibilidad de empresas y trabajadores”. Por eso se recomienda que se establezca un máximo de horas complementarias, así como ampliar las interrupciones de la jornada partida.
Los derechos sociales, también en las organizaciones
Una de las claves del acuerdo entre sindicatos y patronal son los derechos de los trabajadores en términos sociales. Desde la desconexión digital, hasta la prevención y denuncia del acoso sexual y por razón de género. De hecho, se recomienda la posibilidad de tomar “medidas cautelares” en caso de que sea necesario garantizar la seguridad en el ámbito de trabajo. De hecho, entre estos derechos se contempla también la creación de “espacios de trabajo inclusivos y seguros” que protejan a los trabajadores LGTBI y se favorezca su integración.
Cabe destacar que el pacto contempla también dar una respuesta “efectiva” a la crisis climática para poder “identificar soluciones” entre los diferentes sectores. Se busca garantizar la reducción de las emisiones a través de diferentes medidas como la movilidad sostenible o el transporte público en ámbitos de gran actividad laboral.